Luna de Avellaneda.
He elegido
esta escena en donde se puede apreciar una trama condensada de la situación de los clubes
de barrio, encarnada en este club de Avellaneda sobre el que trata la película.
Pueden verse una amplia gama de situaciones que no solo afectan y condicionan las
actividades relacionadas al deporte y a la educación física, sino a todas las personas
de la sociedad, directa o indirectamente.
Al
discutirse el futuro del club en esta
escena que desemboca de la gran crisis en la que ve inmerso, dos líderes
distintos asumen los actores, un líder
autoritario, que propone la venta para saldar deudas y ofrecer puestos de
trabajo y un líder democrático que intenta demostrarles a los socios que van a
decidir el futuro del club, que la función social es mucho más importante e
intangible para las personas, que solo ven en el dinero y los balances, la vida
activa del club. Los jóvenes jugadores de básquet irrumpen en la asamblea para
expresar su opinión a pesar de ser resistidos por una parcialidad que ,
evidentemente no valora los pequeños sueños de un grupo de adolescentes (imagen). Ellos demuestran que los clubes son una puerta abierta a la integración y a
la interacción de sujetos de distintas realidades dentro de un marco de
fraternidad, deporte y recreación.
Otra
situación a destacar son las figuras de administradores y políticos que
participan en esta discusión, dos personas que comparten sus raíces en el club se
ven enfrentadas en discusión e ideologías, según sus intereses. Donde también se
contraponen el estatuto del club, la situación sociocultural del barrio, el mandato social de la entidad y
la situación de crisis económica de todo un país.
¿Cuál era la
situación de los profesores de educación física en este momento histórico argentino?,
¿defendieron sus puestos de trabajo? ¿Defendieron los clubes como educadores? ¿Defendieron
la educación física? En esta escena clave, no aparecen.
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